Luz.

La vida,es como la luz, pasa tán rápido y puede apagarse. Muchas veces disfrutamos este paso por el mundo, aprobechamos cada uno de los momentos lindos o feos, buenos o malos, por los que tenemos que pasar, y otras tán sólo nos refugiamos en algo , en nosotros y no vemos más haya de eso; no intentamos mejorar, e inconcientemente, nos consumimos un poco más, cada día. Nos ahogan los problemas, nos sentimos vencidos y eso trae a nuestra inestabilidad, nuestra depresión, nuestra cobardía.
Me pongo a pensar y digo ¿si esto es como la perilla de luz, cuándo va a apagarse? la verdad que no lo sé, y eso preocupa. El destino es más que incierto y uno tiene que ser lo más positivista (o realista), para saber que mientras tiene las cosas no las aprobecha o valora, y cuando las pierde, se dá cuenta lo que dejó ir.
Entonces ¡¿Qué estamos haciendo?!, preocupados, solitarios, aflijidos, destruidos.. Nada, sencillamente nada, o si, estamos postergando cada momento que nos dieron bueno o malo, estamos postergando, no a el, sino a la alegría que nos puede traer, de lo bueno quedan recuerdos, de lo malo experiencias.
¡Abrí los ojos! que mientras la luz esté prendida, la vida, todo, vale la pena.


María José.-